El 15 de noviembre de 1992 un comando de policías vestidos de civil asesinó en el barrio Villatina de Medellín a los niños JOHANA MAZO RAMÍREZ de 8 años, JOHNNY ALEXANDER CARDONA RAMÍREZ, RICARDO ALEXANDER HERNÁNDEZ, GIOVANNY ALBERTO VALLEJO RESTREPO, OSCAR ANDRÉS ORTIZ TORO, ÁNGEL ALBERTO BARÓN MIRANDA, MARLON ALBERTO ÁLVAREZ y NELSON DUBÁN FLÓREZ VILLA, entre los 15 y los 17 años y a MAURICIO ANTONIO HIGUITA RAMÍREZ de 22 años.
Mauricio Antonio nació el 11 de octubre de 1968, contando 24 años al momento de su asesinato. De todas las víctimas de la masacre de Villatina él era el único mayor de edad pero indudablemente, apenas si podríamos decir que empezaba su juventud. Era el menor entre 13 hermanos y hermanas y vivía con su mamá y algunos de sus hermanos.
En medio de las dificultades que en ese momento -como hoy- tenían que afrontar los jóvenes por las pocas oportunidades de estudio y empleo, trabajaba con un hermano mayor como ayudante de construcción, especialmente como entejador. Le gustaba la música, el futbol, el billar y era fanático del equipo de futbol Atlético Nacional de Colombia-
Tomado de las declaraciones de su madre Adelfa Ramírez para el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos Héctor Abad Gómez, hoy Grupo Interdisciplinario GIDH, diciembre de 1992, Medellín.
Por estos hechos, el Estado de Colombia reconoció responsabilidad internacional el 2 de enero de 1998, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH), siendo representante de las víctimas el Grupo Interdisciplinario por los Derechos Humanos GIDH. El 27 de octubre de 2005, la CIDH aprobó el Informe de Solución Amistosa No. 105/05 en la Petición 11.141 Masacre Villatina vs. Colombia.