Lideresa comunitaria de larga trayectoria que durante gran parte de su vida apoyó y ayudó a los habitantes del Barrio Independencias III de la Comuna 13 a través de su trabajo en la Junta de Acción Comunal, donde ejerció el cargo de Fiscal hasta el día de su asesinato y de su participación en la Asociación de Mujeres de las Independencias AMI. Además, era la fontanera del barrio encargada del acueducto veredal, razón por la cual tenía un contacto directo y permanente con la comunidad.
Su trabajo comunitario y su calidad de defensora de derechos humanos eran ampliamente reconocidos, por lo que su detención arbitraria y posterior asesinato causaron fuerte impacto entre las organizaciones de mujeres en Colombia y de defensores y defensoras de derechos humanos, propiciando múltiples manifestaciones de solidaridad nacional y de muchas organizaciones internacionales.
Sus asesinos tuvieron la intención deliberada de acallarla por las denuncias que estaba realizando de la presencia de los paramilitares del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC en la Comuna 13 y su trabajo de colaboración con miembros del ejército y la policía nacional. Sus denuncias se hicieron sentir entre la comunidad, durante todo el año 2002 y más fuertemente tras su liberación después de la Operación Orión, en las reuniones que se realizaron con autoridades del municipio de Medellín y delegados del gobierno nacional en los que estuvo presente señalando esa connivencia.